viernes, 14 de diciembre de 2012

Prometeo

   Quizás muchos no sepáis bien de qué va la historia de Frankeinstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley. El trama principal de la obra trata de nada más y nada menos que "'he creado un monstruo!"
Eso mismo pasa conmigo, ¡he creado un monstruo, y resulta que soy yo!
   Muy mal, malamente me veo. Sí. Quizás esté drogado o algo por el estilo. Aliens, Dios, fantasmas, leperchauns o bichos así habrán asaltado mis sueños. Quizás el tiempo me ha estado afectando. En todo. He estado rarísimo.

   Lo bueno de todo es que ahora se está yendo ese mal. Habré tirado el anillo maldito a la lava o algo parecido. Escribiendo esto, epístolamente, intento autoconvencerme o autobendecirme de cualquier mal que me haya caído por alguna razón karmática o lo que tenga que ser. He maldecido mucho a la nada y la propia nada se volvía contra mi. Why? Because they f*** me, that's why!

   Oh... Muy pocas cosas productivas he hecho estos últimos meses. Me da pena. Me doy pena. Pena, ¡PENA! Pena de muerte es lo que necesito. Ah, no que está prohibido aquí. Entonces otra cosa... el gulag concentrado estaría bien.

   De hecho empezaría a hacer más cosas a partir de ahora. Desde hace unos días he empezado a reescribir en un cuaderno especial. También he hecho algún dibujo y pintura que en la próxima entrada publicaré. He hecho muy pocas poesías y no he seguido publicando mi maldita leyenda ucraniana de los niños. Qué desperdicio.
 
   En eso consiste el fin del mundo. El casi fin del mundo mío. Pero dado que soy Kenny. Supongo que no hay problema. Saldré adelante con patas o sin ellas. Arrastrándome como se arrastran las personas que tienen que arrastrarse por el fango fúngico y guarradas así. Es la vida.

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