Todos estos días anteriores he estado ocupado estudiando para mis exámenes que ya se han acabado. Ha llegado el momento en el que ya puedo dedicarme a mi blog de lleno.
Puesto que el Sábado me he dado un suspiro-¡por fin!- y he ido acompañado al Parque del buen Retiro y he leído un poco de El escarabajo de oro de Edgar Allan Poe mientras mi compañía leía La Ílliada de Homero. Ambos estábamos tumbados en el césped al lado del gran estanque. Habían muchos extranjeros tomando el sol y parecía que estábamos en otro país.
Después de haber disfrutado de la lectura, me he levantado para explorar mi alrededor para sacar fotos. Esta toma me ha gustado porque se ve muy viva a pesar de que están saliendo los primeros brotes de hojas de los árboles... cosas...
Luego me metí en el follaje de por ahí para sacarle una foto a una flor y, tachan!, me encontré con un chinche!. Al parecer tengo una suerte enorme con encontrarme con cada bicho.
Después nos fuimos del Retiro. Al llegar a la Puerta de Alcalá he visto un mini cochecito que me pareció gracioso y le he tomado una foto a la antigua.
Bueno, bueno, bueno. He sacado bastantes fotos que me gustan pero creo que con estas hay más que suficientes.
Es curioso el momento cuando entras en una librería, en mi caso en La casa del Libro de Gran Vía, por la cual pasé también, te atrae. No te deja salir, los libros tienen nombre-por supuesto!-y te llaman. Cuando estás en una librería, un montón de libros, de diversos autores vivos o fallecidos te llaman para que leas-si! hasta los peores libros!-.
Pues en mi caso me encanta estar en una librería, su aroma, su ambiente, su melodía del pasar las hojas, etc. Quizás debería trabajar una temporada y así saber un poco más de libros. No estaría mal. En tal momento llevaba una libreta en mi mochila, y apunté varios libros para leerme-¡mi lista nunca acaba!-.
Aquí concluyo mi entrada mientras me dedico con las demás. Esta semana no tengo exámenes y podré dedicarme a ellas.
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