Es grande la pesadumbre que acarreo cuando le respondo brevemente lo que comenta alguien en internet. Resulta que esas breves palabras un tanto irónicas que dejo como respuesta son incomprensibles para el emisor. Me hace replantearme 3 cosas:
-Soy un pesado que dice cosas así sin más sólo para llamar la atención.
-Solo yo entiendo lo que digo.
-El lector no es suficiente pillo para captar la ironía.
Resulta que me gusta conocer gente ya que la gente es un poco tímida por lo tanto yo suelo dar el primer paso. En Twitter por ejemplo. La gentuza sigue a personas y responden a gente "famosa" que aunque leyesen sus tweets saben que no le responderán como también siguen a gente que su cuenta lleva tiempo en deshuso y por supuesto gente a la que siguen sólo para que los número de seguidores superen la cantidad cuerpos que compone una legión romana. Es triste.
Personalmente yo intento seguir gente que me parezca curiosa, que le gusta la vida (artes, ciencias y socialismo en cuanto a socializar se refiere) y que sea alguien más que un seguidor, me gusta conocerlos un poco y aprender de sus virtudes. Siempre viene bien.
Al fin y al cabo es Twitter, un mundo de más de mil caras.
No todo ocurre en Twitter, también en los foros y en mi antiguo Tuenti. Por el Whatsupp o Skype de vez en cuando con algunas personas que conozco -es posible que no me hablen tanto por eso-. Incluso fuera del mundo virtual, en el trabajo... Madre mía.
Mi sentido del humor está basado en la picardía e ironía. Es lo que me hace ser yo y cuando empleo esas habilidades y el prójimo no entiende es cuando entro en un estado anómalo en el que me veo obligado explicarle al otro qué es lo que quería decir. Vamos, que podrían hacer el esfuerzo en intentar comprender y pillarle el truco que no toda la vida es blanco o negro. A ver si la culpa va a ser mía.
Si la idea intrínseca expuesta es brillante, la capacidad de comprensión es infinita. Ojalá la gente intentase de ir más allá de la percepción porque muchos parecen quedarse sólo en la Tierra;
Fotografía de estrellas jóvenes fulgurantes en la nebulosa de Carina a una distancia entre 6500 y 10000 años luz. |
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