lunes, 21 de octubre de 2013

Where angels lie down



Tumbada, en silencio junto a mi.
Tus lágrimas, no significan nada para mi.
El viento, aúlla en la ventana.
El amor que nunca me diste
te lo di yo a ti
realmente no lo mereces.
Pero ya no hay nada que puedas hacer.
Tan solo dormir en mi memoria.
De mi, mi querida madre


Este es el arrullo que cerrará tus ojos... adiós [...]

"Room of angel" de Akira Yamaoka traducido por mi.


   Simplemente quería contar que esta canción ha hecho furor en mi piel esta última semana tras pararme a escuchar detenidamente la letra, verso por verso, nota por nota. Esta canción me transmite mucho. Siento que soy capaz de sentir y experimentar plenamente aquel cuarto "maldito". Maldito no es una palabra fea para mi. Al contrario, me encanta. Siento una especie de postneoromanticismo (me acabo de inventar una nueva palabra para referirme al romanticismo actual con los cánones del siglo XIX, haha) con toques surrealistas porque hay un pequeño terror en él, un pequeño miedo confinado dentro de la habitación (yo en este caso) que no sé si me relaja o me mantiene activo. Pero ahí está, gritando desde lo más profundo de la casa, hotel, motel, hospital, mansión, parque de atracciones, cloacas, etc.

   El ambiente que me causa la música es debido al videojuego Silent Hill que jugué en mis días pasados. Es este mundo inexplicable para mi. Es este mundo todo lo que tengo en mente. No sé si mis peores pesadillas son consecuencia de esto o mis pesadillas son una imágen especular del ambiente que enseña el juego. No lo sé. Lo que sí sé es que es el ambiente siniestramente perfecto que tengo en mi mente pero con un poco más de naturaleza nocturna, grandes terrenos de musgo, metal oxidado, sangre coagulada, baldosas negras y rotas, mar en calma, calles vacías, catedrales negras por la lluvia... La soledad en lugares obscuros y abandonados es lo que me cautiva y siempre han estado presente en mi subconsciente.

   Llevo tiempo intentando expresar lo que pasa en mi cabeza y es difícil de sacarlo pero no imposible. Es lo que yo intento hacer en la pintura a partir de ahora. Ayer mismo realicé el primer cuadro, de muchos más que haré, con un toque de mi personalidad psicológica. Trata de algo tan simple que solemos ver todos los días en algún lugar, trazado en nuestro trayecto casi diario por la vida. Pintar, es lo que quiero. Expresar todo lo que habita en mi memoria es lo que necesito hacer, plasmarlo en lienzos es una solución. Dentro de estos meses me veré con muchos cuadros.

   Últimamente estoy sintiendo goosebumps por casi todo tanto música como poesía y creo que es una buena señal. Hablando de poesía, también es algo a lo que debería de ponerle un poco de empeño. Por otro lado los relatos. He dejado de escribir relatos últimamente solo porque no me veía capaz de hacerlo. Aunque tampoco he tenido buenas ideas para llevarlas a cabo, sin embargo, esto no durará mucho. Haré cosas. Algún día. Alguno.

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