viernes, 20 de julio de 2012

Time, World Time

Esta entrada no es muy importante pero nada lo es...
A mediodía mi padre ha venido a recogerme para que fuéramos a comer en el centro comercial de Las Rosas y el caso es que me ha regalado un (otro) reloj de pulsera.
Nunca pido relojes pero ya tengo 3 relojes de pulsera, uno lo tiene mi padre porque lo usa para ir a escalar, el otro es el que suelo usar y ahora este. A diferencia de los otros que son digitales, este tiene una mezcla cutre. Contiene la hora de forma digital además de analógica, es decir con palillos. Los palillos brillan en la oscuridad y tiene luces también para ver la hora digital. Tiene 3 alarmas que no sé como poner y es inútil para mi. Tiene cronómetro y temporizador. Y lo que más me gustó (aunque no creo que lo use) es que tiene la hora de casi todo el mundo. Con sólo 3 letras te señala la ciudad y las pude adivinar todas -hehehe-. A pesar de todo lo que tiene, es un poco grande y me ha dado por llevarlo.
Llevo reloj de los 8 años y me cuesta estar sin reloj, me acostumbro si se da el caso de no llevar pero no le veo necesidad. Que lleve reloj no quiere decir que me lo paso viendo la hora ya que también lo uso como decoración para no llevar pulseras. Lo mismo me pasa con mi cadena para el cuello (no es colgante porque no cuelga nada de él). Desde que mi padre me regaló una cadena para mi decimocuarto cumpleaños, no he dejado de usar una cadenilla de plata. Aquella cadenilla se me cortó porque era pequeña y entonces llevo otra más gruesa y me gusta mucho. Ahora mismo no la estoy llevando, es sospechoso... mmmm...

Mi nuevo reloj y mi antiguo reloj.

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