Esto... estoy vaguísimo con el blog.. no publico nada a pesar de tener un montón de entradas inacabadas en borradores y cuando paro con una empiezo a hacer otra y así estoy...
Estoy es muy malo, malísimo. Y que me hace pensar en quemar un vudú. Yo qué se. Digamos [ya, ya... empiezo a decir cosas raras] que estás en un desierto, con un avión y un camello dentro de una caja en un dibujo. Tienes tanta hambre que lo único que se te ocurre tirar el camello de la caja al suelo para descuartizarlo y una vez hecho se vuelve loco como para dar brincos y vueltas de carnero como si se estuviera quemando los benditos pies con el ardor anaranjado de la arena. Utilizas las aspas de tu avioneta para dicha tarea y posteriormente tiras la carne sobre el motor caliente para luego meterlo en el pan y alimentarte. Tsk... al catre... bendito seáis Saint-Exúpery y Marcela Paz.
Ahora me imagino un niño en un teleférico... no, que está muy visto... en... en un funicular. Mucho mejor!
Y ahora. ¿Qué hace el niño ahí? Pues está cambiando constantemente de funicular. Sube. Baja.
Así, haciendo guardia, ya que lleva unas gafas y se cree Morfeo, pero siendo de piel blanca y con traje amarillo (wtf!). En el momento que ve su víctima, una vez que se baja del funicular en la parte alta de la colina, otro niño, de su tamaño, con una letras escrita en su frente: "MEMO". Este sale corriendo como si el mismo diablo lo persigue, y es así es. Memo se se perdió, y nadie lo miró. "Morfeo" se disgustó y se durmió.
Y ahora en cuatro paredes, 25 esclavos, ah, digo alumnos, en clase de geografía en el momento que el profesor explica que la Tierra es redonda, sí, sí. Y uno de los alumnos, que son todos niños de 8 años, levanta la mano explicando que no entendía porqué la Tierra era redonda ya que el pensaba que la Tierra era una cinta, o como una rueda. El profesor se tira de los pelos pero se le sale su preciada peluca.
-Dios santo!, ven aquí!- le dice al alumno, Momo le llamaban.
El tal Momo se levanta de su asiento, se acerca al profesor y este le enseña su manzana.
-Ves como es redonda, imagínate que esta es la Tierra, es redonda, ¿comprendes ahora?
-Un poco mejor, ¿me deja la manzana para pensar mejor?
-Claro, toma.
Momo observaba la Tierra en miniatura y se imaginaba a toda la gente que había y se creyó Dios, que podía hacer lo que quería con la Tierra.
-Profesor, ¿Dios es capaz de hacer esto con nosotros?
Da un gran mordisco en la manzana y &%·"$"$
Qué historias más malas hago! Maaaaaaalaaaaaaaaaas!!
Madre mía, he de morir. Y moriré. Pero dentro de muchos años, eso sí.
Estoy fatal. Del coco.
No sirvo aún.
No me compro.
Tsk.
Otro día estaré pensando en un árbol ninja montado en un carro de supermercado conduciendo a una velocidad más rápida que los de F1 bajo el mar...
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