Well, se supone que ya tengo unas pequeñas vacaciones, ya es Domingo de madrugada y aún no hago algo de provecho, que sepa. Así que ahora creo que es momento de que haga algo. Por cierto, el Viernes me he comprado otro libro más para mi colección, esta vez ha sido nada más y nada menos que la historia de
Pinocho. No, no es el maldito cuento de Disney, éste es el original, del italiano Carlo Collodi. Las causas de mi compra han sido en mayor parte que la historia no es nada que ver con el que conocemos, de la maldita factoría de Disney, éste es mucho más sádico y crítico, algo así como una novela picaresca italiana.
Volviendo al tema principal, las vacaciones... se me ha escapado un día, pero este día lo he pasado genial, de ocio vicioso. Así que no era como para aprovechar el día para cosas provechosas, pero ya que el día se ha ido, lo he disfrutado. Ahora toca planear más cosas.
Por cierto, desde el año pasado tengo planeado hacer un proyecto muy chulo pero siempre me da mucha pereza ponerme manos a la obra. Se trata de una maqueta de una ciudad. Hace más de 5 años que empecé a hacer una y tuve que abortar el proyecto, pero me estaba quedando muy divertido. Cada edificio lo hacía con 1/4 de hoja de cuaderno. Hacía las lineas, pintaba, recortaba y armaba, luego los guardaba en un bote enorme junto a varios más para luego poner todos los edificios juntos. Creo que tenía hecho como 40 edificios, -!viva mi tiempo libre!-. Y el que supuestamente haré, si es que llego a hacerlo, tendré que empezar de cero, pero le pondré mucha imaginación.
La verdad es que hecho de menos esa etapa de mi infancia, en la que era todo un manitas y hacía muchas muchas cosas. No sé cómo ni dónde ha ido a parar esas ganas e iniciativa. A pesar de que en esa época jugaba mucho a la PS1. Leía mucho, dibujaba mucho, escuchaba mucha música... parece que el reloj tenía el doble de horas que ahora. Es muy nostálgico.
Entre tanto, voy bien, de a poco estoy rescatando cosas de mi infancia porque por ejemplo, me estoy leyendo Papelucho, que leía y me inspiraba mucho. Pero sin dejar de lado lo que tengo ahora, como por ejemplo este blog. He estado pensando el porqué de mi dejadez con las cosas y he llegado a la conclusión que uno de los puntos fuertes que más me dañan es mi escritorio. El escritorio en el cual hago las cosas ha de ser muy atractivo y acogedor, cosa que el mío no tiene y es un poco agotador porque no me caben las piernas cruzadas como la posición de la famosa estatua de Buda por debajo. No puedo estar mucho tiempo en ese escritorio porque acabo agobiándome y no es lo bastante grande para mi gusto y es un problema muy grave porque acabo dejando hojas por el suelo y por la cama. Mi habitación es acogedora, a mí me gusta, pero no lo suficiente como para disfrutar a tope porque no puedo ver mis libros de la biblioteca estando en mi cama y yo necesito tenerlos vigilado por si las flies. Y el bombazo aquí está... vivo con mi madre, pero me gustaría empezar a independizarme y llegar a tener un piso para mí. Creo que tener eso es una gloria. Una gloria que al parecer mucha gente no ha podido ver y por eso hay familias en la que los chavales llegan a los 30 o más y aún viven con sus padres... a mi me ahoga nada más pensarlo, mira que lo paso mal mientras escribo. Teniendo mi propio mundo me haría muy feliz. Sé hacer muchas cosas y creo que teniendo mi propio mundo he de realizar el método de "supervivencia" dando lugar así aún más responsabilidad que he de acarrear, cosa que me parece interesante y difícil. Quizás esté un poco loco por la crisis y eso, pero creo que lo haré dentro de 1 o 2 años.
Aunque no tengo mucho más que decir, en conclusión, es que ir creciendo puede ser muy bueno para el espíritu, o es lo que me pasa a mí. Y espero que estos días sean muy provechosos. Ya publicaré una entrada con lo que vaya haciendo y tal.
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